El mapa general de riesgo de terrorismo y violencia política de Aon 2020 informa sobre 24 países o territorios con una clasificación diferente a la del año pasado. La mitad de ellos enfrentan un riesgo reducido y la otra mitad aumenta. Esto se basa en una escala de cinco puntos de insignificante a grave.
Los cambios no se agrupan en una determinada geografía ni son atribuibles a una sola causa. En cambio, apuntan a la fluidez y la transformación en casi todas las regiones.
El nivel de riesgo se ha deteriorado en los siguientes países o territorios:
Bolivia – medio a alto
Camerún: de alto a severo
Chile – medio a alto
Hong Kong – bajo a medio
Irán – medio a alto
Malta – insignificante a bajo
Mozambique – medio a alto
Corea del Norte: de alto a severo
Noruega: insignificante a bajo
Corea del Sur – medio a alto
España – bajo a medio
Vietnam – bajo a medio
El nivel de riesgo ha mejorado en los siguientes países o territorios
Bahréin: de bajo a insignificante
Guinea Oriental: de baja a insignificante
Eritrea – alto a medio
Estonia: de baja a insignificante
Alemania – medio a bajo
Letonia: de baja a insignificante
Lituania: de baja a insignificante
Macedonia del Norte: media a baja
Senegal – medio a bajo
Togo – alto a medio
Turquía – alto a medio
Ucrania – alto a medio
Tratándose específicamente de terrorismo, casi la mitad de todos los países y territorios cartografiados enfrentan algún grado de riesgo de terrorismo en 2020. Esta proporción es más alta que el año pasado y refleja una amenaza de terrorismo más generalizada, motivada por una variedad de ideologías y causas extremistas. explica Aon.
El mapa encuentra que Irak, Afganistán, Colombia, India y Somalia fueron los países con el mayor número de ataques terroristas en 2019, en orden descendente. Los países con mayor número de víctimas como consecuencia del terrorismo fueron Afganistán, Irak, Somalia, Siria y Nigeria, también en orden descendente.
El mapa dice que la amenaza terrorista en cada país o territorio se basa principalmente en agravios locales, pero continúa siendo moldeada por sistemas de creencias transnacionales y eventos globales. Agrega que el estancamiento económico y una erupción de ira sociopolítica han intensificado los disturbios en las economías tradicionalmente estables.
El mapa de riesgos de 2020 ha identificado varias tendencias clave del terrorismo.
Los ataques terroristas de extrema derecha han aumentado en frecuencia durante al menos cinco años consecutivos y se han duplicado a nivel mundial en los últimos tres años. El mapa predice que esta tendencia al alza continuará durante el resto de 2020.
Encuentra que los actores solitarios han sido los principales perpetradores de ataques motivados por ideas de extrema derecha y que a menudo se han emulado unos a otros. Por ejemplo, el tiroteo masivo de un pistolero solitario en Christchurch, Nueva Zelanda, en marzo de 2019, provocó ataques de imitación en los EE. UU., Noruega y Alemania
Encuentra que los mensajes de extrema derecha se han vuelto más directamente hostiles hacia las empresas multinacionales durante el año pasado.
Aon señala que “En muchos casos, las amenazas contra empresas específicas se han producido como consecuencia de eventos contenciosos. Por ejemplo, los extremistas suelen hablar de las empresas de tecnología en el contexto de sus esfuerzos por eliminar el discurso de odio de sus plataformas. Las empresas del sector bancario han aparecido de manera destacada en los mensajes recientes de extrema derecha, así como en el contexto de narrativas antisemitas y conspirativas. Y el sector de los medios y las comunicaciones ha sido un foco particular de amenazas explícitas de violencia e intentos de intimidación ”,
El mapa también encuentra que la amenaza del extremismo islamista ha disminuido a nivel mundial. El Estado Islámico y sus afiliados lanzaron un total de 570 ataques a nivel mundial en 2019, frente a los 810 del año anterior.
La caída interanual de los ataques terroristas de extremistas islamistas ha continuado en los países occidentales, según el mapa. Hubo ocho ataques de este tipo en 2019, en comparación con 15 en 2018 y 26 en 2017.
Aon dice que hay varias razones para esto, incluido el hecho de que el Estado Islámico está menos centrado en tratar de incitar ataques en Occidente que antes y, en cambio, está más preocupado por las operaciones de sus afiliados en Medio Oriente, África y Asia.
El grupo experimentó dos reveses importantes en 2019: la pérdida de su último trozo de territorio en Siria en marzo y la muerte de su líder, Abu Bakr Al-Baghdadi, en una redada estadounidense en octubre. Pero continúa presentándose como una organización terrorista global y anunció nuevos grupos afiliados en la República Democrática del Congo, Mozambique, Malí, Burkina Faso, Pakistán, India, Turquía y Azerbaiyán en 2019 ”, dice Aon.
El mapa muestra que la amenaza del terrorismo yihadista ha aumentado en los países africanos, particularmente en la región del Sahel, donde ha habido un aumento del 35% en los ataques en Malí, Burkina Faso y Níger. Risk Advisory registró 370 ataques terroristas en ese grupo de países en 2018 y 500 en 2019.
Los países con altos niveles de inseguridad alimentaria y que dependen en gran medida del comercio tienen más probabilidades de ser vulnerables a los disturbios, continúa Aon. Pero los lugares que recientemente han visto manifestaciones grandes y violentas por mala gestión económica o corrupción también serán susceptibles a disturbios repentinos y trastornos imprevistos, incluidos Líbano, Kuwait, Ecuador y Puerto Rico.
El mapa también encuentra que dos de cada cinco países enfrentan alguna exposición a los riesgos asociados con la insurrección o la guerra. Esta relación no ha cambiado con respecto al año pasado. Pero el riesgo es más alto que hace cinco o diez años, lo que refleja una mayor competencia tanto entre los estados como dentro de ellos, dice Aon.
El mapa dice que los principales impulsores del conflicto, la escasez de recursos y la disfunción política, están empeorando en algunas partes del mundo, incluidos países de América Central y el sur de Asia.
“Esto está amplificando las rivalidades grupales existentes, ya sea por motivos étnicos, religiosos o de otro tipo, y está creando otras nuevas. Es probable que varios países que ya están expuestos a conflictos civiles y conflictos se enfrenten a presiones adicionales durante el próximo año. Es probable que las elecciones previstas en Myanmar a finales de 2020 provoquen una escalada de los combates entre los grupos armados y las fuerzas gubernamentales. Y una sequía prolongada prevista en partes del este de África en la primera mitad de 2020 tiene el potencial de exacerbar las tensiones étnicas en Etiopía y conducir a una violencia intercomunitaria más frecuente y mortal ”.
También explica que la competencia interestatal va en aumento ante el cambio geopolítico y la incertidumbre.
“La ambición estratégica y la influencia de Estados Unidos se han reducido en los últimos tres años, mientras que la de China se ha ampliado. Este realineamiento geopolítico ha debilitado a los países que dependen de las garantías de seguridad de Estados Unidos, incluidos muchos en Europa. Y ha creado oportunidades para quienes anteriormente se vieron retenidos por las políticas de disuasión de Estados Unidos, en particular Turquía y Rusia. El riesgo de una guerra interestatal generalmente ha aumentado durante este período de cambio geopolítico e incertidumbre. Una mayor asunción de riesgos en torno a disputas territoriales en el Mediterráneo oriental y el Mar de China Meridional, por ejemplo, ha aumentado el potencial de una crisis repentina. También ha socavado la confianza que sería necesaria para evitar una escalada involuntaria o evitable si ocurriera tal crisis ”.
El mapa de riesgo político separado de Aon encuentra que nueve de los 163 países estudiados han mejorado su calificación de riesgo y solo tres se han deteriorado. Irán ha pasado de riesgo alto a muy alto, Maldivas de medio a medio alto y Panamá de medio bajo a medio. En general, 19 países tienen una clasificación de riesgo político muy alta.
Fuente comercial risk
